Programa de evolución personal
El propósito de cualquier relación es la evolución. Aterrizamos en nuestra familia a la que hacemos crecer y evolucionar, nos emparejamos con el fin de expandirnos, nos agrupamos en lo personal, laboral, social, económico, etc., siempre con un propósito común de crecimiento y expansión. Si no hay evolución nos atascamos y bloqueamos, entonces no avanzamos, el vínculo se vuelve tóxico y nos paraliza porque no fluimos con el verdadero sentido de lo que nos unió a esa persona o grupo de personas.
Nadie está en nuestra vida por azar, cada persona cumple una valiosísima misión, la de ayudarnos a evolucionar. Cada encuentro por fugaz que parezca nos presenta una oportunidad para el crecimiento. Vivir nuestras relaciones con conciencia nos ayudará a estar en armonía con nuestro entorno permitiendo el flujo entre el dar y el tomar y la pasión en el movimiento.